miércoles, 28 de diciembre de 2011

La Chicharra



CINISMO NAVIDEÑO



 Jose  Mª Lebrero Vecino 


Sí, llegó la navidad. Lo primero que quiero decir es que nadie con buen corazón se ofenda. No me refiero a los que sinceramente felicitan la Navidad. Sí al resto, porque si  hay algo que me molesta  en estas fiestas navideñas es el cinismo;  esa desvergüenza a la hora de mentir. En estas fechas esa obscenidad descarada brota como las malas hiervas en un otoño lluvioso.  
La verdad suele ser una importante traba para el cinismo, por eso me hastían tanto estas mentiras piadosas. Pura hipocresía. Es curioso que quien durante todos los días del  año te ha puesto cientos de zancadillas te desee ahora: Feliz año nuevo.  Esto no es espíritu navideño; yo lo llamo cinismo navideño.
Al igual que se necesita algo más que un pañuelo para llorar,  debería  existir algo más que una cínica sonrisa  y un apretón de manos en estos deseos navideños. Pero la mayoría de las veces la realidad hace esquina con la calle teatro. 
Se dicen cosas que no se sienten realmente, demasiadas mentiras piadosas. Suelen decir que por estas fechas los corazones se ablandan. Qué pasa, ¿que durante el resto del año lo tienen endurecido y ahora es época de rebajas? A mí no me interesan esas personas.
No me gusta la falsa euforia, y en toda esta parafernalia hay demasiados deseos  fingidos. Esto no tiene nada que ver con el verdadero espíritu navideño.
¡Ah!, Y en noche vieja,  a toque de silbato, todos a divertirse: bailar, saltar y reír. ¡Que bien! Ja, ja, ja.
Feliz año nuevo.
Somos más de dos los que pensamos así.










lunes, 12 de diciembre de 2011

La Chicharra



¿CONOCEMOS LO NUESTRO? 

          No. No conocemos los nuestro. No conocemos, al menos, como debiéramos Castilla y León. Eso sí, en  la barra de un bar, en el gimnasio,  en la plaza, en el trabajo…, cualquier lugar es bueno para relatar  con todo lujo de detalles donde hemos estado (por supuesto, fuera de España) o dar a conocer nuestro próximo viaje.
Es digno de ver y escuchar con que detalle y precisión narramos nuestras peripecias turísticas. Parece que lo de menos es pasarlo bien o mal, lo realmente  importante es contárselo a los amigos o enemigos;  para que se chinchen. Fundamental es también dar testimonio de ello a través de unas fotografías que colgamos en Facebook para que se entere todo el mundo.
Lo que importa es presumir hablando de los monumentos,  las costumbres de la zona visitada, la gastronomía… Aunque no hayas comido otra cosa  que hamburguesas. Pero lo bien que se queda uno hablando de éstas cosas con los demás no tiene precio.
Nadie duda de lo enriquecedor que es viajar. Pero tampoco debemos olvidar lo que tenemos en nuestra tierra. Que simplemente no la valoramos tanto porque está más cerca. Y la única diferencia está en que no tenemos que pagar nada o muy poco para visitarla.
Y es que siempre hay quien confunde el valor con el precio.
¿Siente cierto sonrojo en sus mejillas al leer esta columna?, o acaso ¿le han entrado ganas de insultarme?, entonces ya se ha respondido usted mismo a la pregunta de La chicharra.
Los caminos no existen hasta que se abren.
Somos más de dos los que pensamos así.


lunes, 28 de noviembre de 2011

LA CHICHARRA


LILAS AZULES

Veo todo  azul. En el jardín ya no hay rosas que pinchan al cogerlas. Sólo hay lilas. Lilas azules. Muchas lilas y mucho lila.  En este repaso onírico las mascotas vuelan. Ya nadie sale a pasear el perro, ¡Que ordinariez! Ahora las mascotas más populares tienen plumas. No, nadie pasea el perro,  salen a volar con la gaviota. Todo se ve de otra manera. Desde otra perspectiva. Hay felicidad. ¿Crisis? ¿Qué es eso? Se acabó la crisis.  La economía está por los aíres; con las gaviotas. Incluso la prima que tenía con riesgo ha crecido, ha sentado la cabeza;  se ha convertido en  empresaria y beata, y reza todos los días por nosotros. Amén.
Son sensaciones percibidas. Percepciones ¿quizás? subjetivas. Los atardeceres ya no son rojizos. Ahora el cielo siempre es azul.
¿Qué estoy viendo? ¡No me lo puedo creer! Ricos y pobres todos juntos. ¡Ah, claro!, que iluso: “¿No sabes que los ricos necesitan a los pobres para poder disfrutar de su riqueza?”, me dicta al oído mi otro yo. 
Es la vida que es muy poco imaginativa y se repite. Ciclos.   
Es lo que tienen los sueños. O acaso es realidad. No sé. Dudo. Dudo luego existo.
Todo mejorará, sí,  en detrimento nuestro.
Somos más de dos los que pensamos así. 

lunes, 14 de noviembre de 2011

LA CHICHARRA


LA POLÍTICA DIVIDE

“Divide y vencerás”, eso es lo que hacen los políticos. Por eso llevan esta frase hasta sus máximas consecuencias. Y donde más se acentúa esta perversión es en los pueblos. Y digo perversión porque cualquier otro término convencional no explicaría con tanta claridad su cicatero comportamiento.

Desde que la política, perdón, la mala política ha entrado en los pueblos, a través de unos partidos políticos cuyo único objetivo es recolectar votos para sus propios intereses, los vecinos de los pueblos están divididos. Estigmatizados entre ellos mismos por colores o siglas que al final poco o nada va a redundar en su economía. Incluso esta mala política ha desmembrado a familias enteras.

Así es desde que los partidos políticos irrumpieron en la tranquilidad y el sosiego de los pueblos, buscando atropelladamente el voto. Enfrentando a los vecinos con promesas que nunca llegan, promesas que se olvidan al día siguiente de las elecciones.

Profetas agoreros. Embaucadores. Encantadores de serpientes… En cualquier caso, estos traficantes profesionales del engaño, saben que cada voto es fundamental en esa desenfrenada carrera por el poder. Y no dudan en disfrazarse para conseguir su objetivo. Cercados por la erosión de sus palabras, no dejan que pensemos por nuestra cuenta. Y poco les importa que sus mentiras veladas de cierta lógica, formando medias verdades (la peor de las mentiras), los dejen después de un tiempo de incumplidas promesas como meros embusteros. En las próximas elecciones ya se inventaran otra historia para convencernos de sus buenas intenciones.

Somos más de dos los que pensamos así.

Reseña en la Cope de la novela Elvis y el mendigo

martes, 1 de noviembre de 2011

LA CHICHARRA

AUSENCIA DE RECUERDOS

Jose Mª Lebrero Vecino

Leyendo la novela Pan negro de Emili Teixidor donde evoca las emociones, sentimientos, y vivencias de la infancia de un chico, Andrés, el protagonista, se me ha ocurrido una pregunta: ¿Qué recuerdos tendrán de la infancia dentro de cuarenta años los niños que hoy sólo saben divertirse con una consola? ¿Qué juegos recordarán? Porque si no tienen la maquinita a mano dicen que se aburren.

Los veo en las plazas de los pueblos o en los parques de las capitales sentados en un banco mirando para una pantalla sin pestañear, con un movimiento de dedos, eso sí, vertiginoso. No hay más mundo a su alrededor que el que proyecta su pantalla. Obviando el calor del verano, el color del otoño, el frío del invierno, el olor de la primavera. La naturaleza. Supongo que algún día les contarán a sus hijos sus batallitas cibernéticas, porque su única memoria es esa, la que tiene la Nintendo de turno. Ese será todo su bagaje autobiográfico de acontecimientos e impresiones vividas en su infancia. En las esquinas de nuestra memoria aún se reflejan las luces que dan brillo a aquellos juegos de la infancia: el peón, el aro, el escondite, la comba, el castro, las canicas, cuentos al amor de la lumbre…

Ahora se juega de otra forma, yo diría que no se juega, se compite; no juegan, sino que consumen productos. Antes los juegos no se pasaban de moda, ahora no duran, hay que comprar otros nuevos. Todo es virtual. Sin contar con las posibles consecuencias: obesidad, aislamiento, indolencia, conductas anti-sociales…Más que su futuro me preocupa su pasado. Su ausencia de recuerdos.

Somos más de dos los que pensamos así.

sábado, 15 de octubre de 2011

LA CHICHARRA


Memeces sexistas

José Mª Lebrero Vecino

Escritor

Arturo Pérez-Reverte ha dedicado varios folios, y algún que otro epíteto, a aclarar lo que algunos políticos y otras feministas han emborronado en un “lenguaje tan rico como el español”. Me alegra saber que no estoy solo en este mundo de cursis.

Estoy un poco harto de que se nos tache de machistas cuando utilizamos el masculino genérico. El uso del masculino gramatical tiene que ver con el criterio básico de cualquier lengua: economía y simplificación, dice Pérez-Reverte. Ahora todos tenemos que hablar como el político de turno: jóvenes y jóvenas, estudiantes y estudiantas, miembros y miembras, domingos y domingas, águilas y águilos, ratas y ¿ratos?... Pamplinas. Mi ordenador, que es mucho menos cursi que ellos, me señala con una raya roja todas estas majaderías.

Yo sigo en mis trece; aunque seguramente por hablar y escribir así, me tacharán de falócrata como a Miguel Hernández. Sí, porque el poeta era un “falócrata”, en sus versos hablaba de leones y bueyes, obviando a las leonas y las bueyas...

Utilizaré el femenino -se pongan como se pongan ellas y ellos - únicamente cuando sea necesario, porque, efectivamente, “el uso del masculino genérico no responde a discriminación ninguna, sino a la ley lingüística de la economía expresiva”, y como bien dice este miembro de la RAE, “además de una imbecilidad, es incorrecto e innecesario”. “Resulta empobrecedor, artificioso y ridículo: diputados y diputadas electos y electas...”

Tendremos que crear una plataforma “Antisandeces sexistas”.

La lengua sirve para comunicarse, y no es conveniente manipularla. Pero hay quien dice que la lengua ha sido creada por los hombres y sólo por eso hay que cambiarla. Amigas feministas manipuladoras del lenguaje, las palabras no tienen sexo, únicamente tienen género.

Se imaginan a alguien hablando así: El periodisto entrevistó al ciclisto…

Memeces sexistas.

Somos más de dos los que pensamos así.

sábado, 2 de julio de 2011

Elvis y el mendigo




Novela negra. Un alegato a favor de la lectura.


“Vive por un descuido de la muerte”… Así comienza esta novela en la que un joven llega a Madrid con la ilusión de ser escritor. Pero simetrías del azar lo llevan a la indigencia. Aunque la mendicidad no le priva de ser un amante de la lectura. Por pura casualidad se encuentra con un personaje famoso que le cambia la vida. ¿Murió Elvis Presley? A veces hay que morir para vivir; eso debió de pensar Elvis. Lo que es innegable es que desapareció de la escena musical. Pero todavía hoy sigue habiendo muchas incógnitas por despejar.
    ¿Por qué Elvis no quiso seguir viviendo públicamente? ¿Fue un montaje su muerte? ¿Cómo ha vivido todos estos años? ¿Por qué ahora se ha decidido a hablar…? A veces la realidad es fantasiosa.
   Ésta es una novela de intriga ambientada en el Madrid postfranquista hasta nuestros días. Verdad y ficción se convierten en las dos caras de la misma novela.
     Una historia creíble según las leyes de la ficción.
Gregory Samsa, Madame Bovary, Ana Ozores, Baltasar Espinosa, la Maga… son algunos de los personajes que también deambulan por estas páginas. Kafka, Flaubert, Clarín, Borges, Cortázar… han dejado su poso en el indigente.
    Con esta novela se lo he puesto fácil a los envidiosos y a los vagos únicamente con ánimo de criticar. Sin molestarse en leer el libro dirán: “Otro libro sobre Elvis”. Nada más lejos de la realidad. Hay que leerlo para comprobarlo.

lebrero@ono.com 

El rastro de la sombra


Novela de intriga.

¿Qué enigmatico hallazgo se oculta bajo el rastro de la sombra? El narrador va involucrando poco a poco al lector, que será quién decida como termina esta misteriosa historia.
Jose María Lebrero teje una intrigante trama de mentiras y verdades donde nada es lo que parece; o quizá si. Una novela con una prosa mordaz y un irónico narrador "inconsciente" e iconoclasta, que deja al descubierto al autor, a la literatura y a la propia vida. La sombra siempre deja rastro: síguelo. Un relato serio para divertirse leyendo

Ella no lo sabía

Prólogo de JESÚS FERRERO

La novela de Jose María Lebrero Vecino se articula como una trenza en la que se enlazan y se enfrentan dos mundos: el rural, cada vez más achicado y melancólico, pero albergue de una memoria inmensa, y el urbano, frenético y desalmado, pero también punto de encuentro y laberinto de deseos.

Sara, que protagoniza la historia, es el personaje que establece el puente entre el pueblo y su recuerdo, y la ciudad, en la que también hallará una parte fundamental de su identidad, como advertirá el lector que se adentre en las páginas de Ella no lo sabía.

La novela de Lebrero Vecino tiene personajes tan memorables como los dos abuelos, que son las dos cajas de sorpresas más definitivas de la historia, y que merecerían para ellos solos una novela, por su riqueza interior y sus vidas llenas de clamorosas contradicciones.

La abuela, en particular, es un capítulo aparte, y hay momentos en que su vida alcanza una singularidad que el lector no espera. Ella articula el hilo sentimental de la novela, de la misma manera que el abuelo articula el hilo intelectual y es el primero en adivinar que, más allá de todos los malentendidos, a veces es posible "la confraternización de los congéneres en el abismo del tiempo."



Ella no lo sabía.
Editorial: Edilesa
Prólogo: Jesús Ferrero
Fecha de edición: abril 2002

Culos




         CULOS es una colección de relatos ambiciosa, tanto por el contenido como por el estilo. El narrador, espía morboso e investigador objetivo, cataloga y describe los culos de su vida, pero también los soñados: el culo de sus primeros sueños adolescentes, el de su primer amor nunca olvidado, los glúteos de la beata que consuela a los curas de dos pueblos, las nalgas de la artista, de la modelo, de la folclórica, de Madame Bovary, de Ana Ozores...

     A través del humor, leemos excepcionales descripciones, ricas en detalles, sin caer nunca en la vulgaridad ni en la redundancia.
Los culos de este libro, aun aquellos que parecen reales, son imaginarios. Leerlos desde otro punto de vista violentaría su naturaleza. No es un libro erótico, pero sí irónico, abundante en recursos literarios, cargado a  veces de nostalgia, otras de deseo, y siempre de pasión.

Con un preciosismo de orfebre, el  autor convierte en protagonista a una parte del cuerpo  humano injustamente marginada y oculta por prejuicios morales. CULOS eleva la curva más excelsa del cuerpo a la  categoría de icono cultural      
Esto es lo que han dicho los medios de comunicación: 
  “Lo más asombroso es que no repite adjetivos ni metáforas, y eso que su prosa es rica en ambos recursos...”     Juan Carlos Soriano (El ojo crítico); RNE.
Un libro jugoso, interesante, bien escrito y muy inteligente...” Javier Rioyo (Hoy por hoy); Cadena SER.
“Un libro que es pura literatura...” Clemente Barahona; Punto Radio.
“Un libro sensacional; una auténtica delicia...” Joseph Tomás Torres; El Mundo.
Libro recomendado por: Que Leer.
Reportajes en TV: La Sexta; Castilla y León TV. 
Reportaje en la revista italiana: Panorama 



Culos
Editorial: Ediciones de la Tempestad

Sublimación contemplativa de un idealista





Libro de relatos. 


Prólogo de JUAN MANUEL DE PRADA

Una prosa límpida, desprovista de exquisiteces estilísticas pero traspasada por la verdad secreta y doliente de las pequeñas cosas cotidianas, que nos transmite un regusto de desazón y fracaso, al mismo tiempo que deposita una mirada reflexiva sobre los más variados aspectos de la vida. Lebrero es un hombre que conoce la insignificancia y fragilidad de las pasiones humanas, siempre asediadas por la sombra acechante de la muerte que -como en la mejor tradición de nuestra literatura- todo lo iguala. Lebrero es un autor superdotado para la introspección y el submarinismo en esas regiones donde se cocinan los gérmenes de la rebelión. Una crítica ácida contra la sociedad que nos apabulla con mensajes de consumismo y falsos oropeles...
Sublimación contemplativa de un idealista amueblará, ya para siempre, los reductos más privilegiados de nuestra memoria: cobijado entre sus páginas, tiembla, indeciso y modesto, el balbuceo de una literatura que algún día será voz clara e imperecedera.

Han dicho:


El Mundo: "Estos cuentos son morosos, líricos, con exquisito dominio de la expresión y una gran capacidad de observación”.

 Qué Leer"Momentos introspectivos que recogen fragmentos de la realidad del narrador protagonista y del mundo que le rodea”.

 El Norte de Castilla: "Es una lectura de reposo, actual, nada tremendista, carente de lógicas coyunturales". 

La Gaceta: "Lebrero hace gala, como buen periodista, de un lenguaje claro, conciso y directo". 

La Tribuna de Castilla: "El lector no hallará en la narrativa un alarde superfluo o gratuito, una metáfora innecesaria, una brizna de paja que oculte el grano que alberga el silo de sus páginas." 

Tribuna: "A veces ocurre que, sin apenas sospecharlo, va uno y se tropieza con un libro que lo sorprende, nos seduce hasta el final y hasta nos procura la satisfacción de no haber perdido el tiempo. Su estilo es rotundo". 

La Opinión: "Es un libro de gran belleza y rigurosidad literaria". 

Diario de Mallorca: "Miradas al tiempo arrancadas por el propio tiempo. Palpitaciones vitales que Lebrero vuelca en papel impreso". 

Diario de León: "Los relatos de Lebrero son el documento moderno del menosprecio de la corte y alabanza de aldea. La síntesis de estos mundos, el rural y el urbano, se hace plástico y expresivo."











Sublimación contemplativa de un idealista
Editorial: Ediciones Baile del Sol
Prólogo: Juan Manuel de Prada
Ilustrado por Félix- "Sogo"
14 relatos.

viernes, 1 de julio de 2011

El latir de los días



Libro de relatos.


Prólogo de JOSÉ GONZÁLEZ TORICES 


Los renglones de tu creación laten juventud, voz encendida, sinceridad, estilo suelto, vivaz; -repicaré- de un hombre que busca comunicarse, dardo encendido, hervidero de palabras en revolución, a través de sus madurados pensamientos. Relatos que hacen que el lector se siente, al fresco de tu narración, a reflexionar sobre el propio vivir y ser. Hay pesimismo, Jose, desengaño, crítica agraz hacia el mundo que nos rodea, ya político, ya social, ya conventual. Por eso, o para eso, está el escritor -filósofo-, para ofrecer trochas meditadas, caminos con candil, cuchillos de beso. Tus cuentos son duda existencial, eterna duda unamuniana. Donde hay un cántaro de dudas, cerca está la libertad.......












El Latir de los días y otros relatos.
Editorial: La Chicharra Narrativa
Prólogo: José González Torices
7 relatos
EDICIÓN AGOTADA