Políticos tóxicos
El título de este artículo me lo ha inspirado
el libro: Gente Tóxica, de Bernardo Stamateas. Habla sobre esas personas que
nos complican la vida, y cómo evitar que lo sigan haciendo. Pero en estos tiempos que corren son los
políticos los que más nos complican nuestra existencia.
Cada lector que vaya poniendo nombres y
apellidos a toda esta caterva de políticos tóxicos: Los Meteculpas, la actual
situación es culpa de los que estaban antes gobernando. Es una herencia
recibida. Los Descalificadores, los que dedican todo su esfuerzo y trabajo a
descalificar lo que hacen los demás. Los
Torpes, cada vez que hablan meten la pata. Los Manipuladores, sus palabras son
seductoras. Fingen ser simpáticos y amables. Son peligrosos. Los Corruptos, su
único objetivo en la política es enriquecerse. Los Falsos, cuando hablan públicamente
utilizan siempre la máscara. La utilizan para cubrir sus debilidades. Los
quejosos, se quejan por todo. No hay nada que esté bien para ellos. Todo es
negativo. Los…
Esta es una breve exposición del mapa
político que tenemos. Seguramente que usted amigo lector tiene un nombre para
cada uno de estos supuestos, incluso es posible que piense que un sólo político reúne
varios ejemplos.
Lo que no le podemos negar a la mayoría de estos políticos es el poder de la palabra. Pero cuidado que
la palabra en boca de estos tóxicos sale intoxicada. Hojarasca, demasiada
palabrería. Y como decía Demóstenes, “Las palabras que no van seguidas de los
hechos no sirven para nada”.
Somos más de dos los que pensamos así.