domingo, 19 de mayo de 2013

La chicharra




Móviles



En la actualidad las nuevas tecnologías son imprescindibles para la mayoría de los trabajos.  También los móviles. De lo que no estoy tan seguro es del uso que a veces se hace de ellos.  Hay personas que parece que no pueden vivir sin el teléfono. No pasa más de un minuto sin que miren a la pantalla para ver… no se qué. ¿Qué es lo que esperan? ¿La llamada, el mensaje de su vida? Ridículo.
Si observas a un grupo de amigos, especialmente jóvenes, en un bar, en un parque, en la calle, apenas hablan entre ellos, eso sí, están  todos piticlineando  en el móvil. O sea, que yo me aclare, salen a tomar un café, a dar un paseo con los amigos, y están todo el rato hablando con otra persona a través del wasap. Ridículo.
La utilización del móvil  en algunas ocasiones roza el mal gusto. Ahora es imposible mantener una conversación con alguien sin que suene el móvil. Además lo cogen sin pedir perdón y dejándote con la palabra en la boca.
Antes, en el Oeste, los pistoleros dejaban sus pistolas encima de la mesa como seña de identidad. En la actualidad dejan los móviles como auténticas armas arrojadizas. Afortunadamente, interrumpir una conversación por una llamada del móvil, ya se empieza a considerar falta de educación y ausencia de respeto por la persona que estás hablando. Hay quien ya  no se sienta a comer con alguien que no tenga el móvil apagado.
En ciertas ocasiones  dudo que el avance sea progreso.
Somos más de dos los que pensamos así.