lunes, 30 de abril de 2012

La Chicharra (La Razón)




TÓPICOS TÍPICOS




Estoy un poco harto de los tópicos que se utilizan cuando no se quiere o no se puede hacer algo como simple y burda justificación.
“No hay más que futbol en la tele”. “Solo hablan de futbol en la radio”,  éstos son algunos de los tópicos que más utilizan las personas a las que no les gusta el futbol. En la actualidad nadie debería utilizar este tópico argumento porque si no quieres ver un partido de futbol, ni escucharlo por la radio, hay muchas otras cadenas de televisión y emisoras de radio para poder ver y escuchar cualquier otro programa. Pero en el fondo lo que realmente les molesta, no es que haya futbol a todas las horas, porque eso no es cierto, el motivo real  es que  les da rabia por no poder compartir y disfrutar de esa alegría,  ilusión,  pasión, euforia, que todos los amantes de este deporte sentimos.
Si no quieres ver el futbol se pueden hacer otras muchas actividades, como leer. Y hablando de leer, otro de los tópicos típicos que se suelen utilizar es: “A mí me gusta mucho leer pero es que no tengo tiempo”. Ja. Y yo me lo creo. Es posible que no tengamos el tiempo que nos gustaría para leer, pero el “tiempo” sólo es la excusa perfecta y quedarnos a gusto con nuestra conciencia para justificarnos de la ausencia de lectura.
Si no te gusta el futbol no lo veas, si no quieres leer no leas. Pero no más tópicos típicos sobre el futbol y  la lectura.
Somos más de dos los que pensamos así.




lunes, 16 de abril de 2012

La chicharra (La Razón)



BEBÉS ROBADOS


No entiendo por qué hoy sigue habiendo  tanto oscurantismo a la hora de hablar de los bebés robados.
Había  variedad en la forma de actuar, pero en la mayoría de los casos, los  responsables de las clínicas decían a los padres que sus bebés habían muerto al nacer, a las pocas horas, y aceleraban los trámites de enterramiento, lógicamente sin la participación de la familia. Eran casi técnicas nazis, tramas poco menos que policíacas,  con la participación de monjas, curas, médicos, funcionarios. Los bebés eran entregados a otras parejas previa falsificación de los documentos, y cobrando por ello una buena suma de dinero. Hasta ahora, ni el Estado español ni las autoridades pertinentes, en ningún momento han puesto los medios para desenmascararlos.
En Castilla y León hay más de setenta denuncias de niños robados. La asociación de bebés robados de Castilla y León pide que se cree una base de datos de ADN, dependiente del Instituto Nacional de Toxicología, para poder cotejar los perfiles genéticos. Estas mujeres se han convertido en auténticas detectives, lo saben todo sobre ADN, legajos, fiscalías, exhumaciones, registros…
Hay un celador en León, ya jubilado,  que fuera de micrófono ha confesado que en el hospital que trabajaba tenían a un niño muerto, que era el que le enseñaban a los padres que insistían en ver a su hijo cuando le decían que había muerto. Hasta que lo sustituían por otro “porque ese daba olor”.

Ya imputaron a la primera monja. Esperamos que sigan tirando del hilo.
Somos más de dos los que pensamos así.







martes, 3 de abril de 2012

La chicharra




                                              La Razón     
                                             
                                          Racismo sexista
       
             Hace algunos meses ya dediqué esta columna a las memeces sexistas  que algunos políticos y  no menos trasnochadas feministas quieren imponernos.  
Algunas  universidades, autonomías y los sindicatos CCOO y UGT han elaborado unas guías del lenguaje “no sexista”. Unas guías, por cierto, carísimas que todos tendremos que pagar (después dicen  las comunidades que no tienen dinero).
Estos racistas del lenguaje   quieren imponernos su doctrina a través de estas guías que, en la mayoría de los casos, han sido escritas sin la participación de lingüistas. Habría que recordarle que  las palabras no tienen sexo, únicamente tienen género. Por lo tanto el  lenguaje no es machista, estas guías lo quieres hacer feminista.
Una de las muchas consignas absurdas y farragosas que nos dictan es que cuando hablemos del paro tenemos que decir: «personas sin trabajo» y no «número de parados». Tampoco: «becarios», hay que decir, «personas becarias». O sea, que ahora  tenemos que aprendernos las nuevas expresiones. La Real Academia Española ha criticado estas publicaciones porque si se aplicaran las directrices propuestas «no se podría hablar» y las normas no garantizan «la visibilidad de la mujer». Además, añaden, que estas recomendaciones «contravienen» las normas de la Academia.
 El uso del masculino genérico no responde a discriminación ninguna, sino a la ley lingüística de la economía expresiva, estas guías están violentando las normas gramaticales. Discriminan el sentido común. Y este sentimiento de rechazo que tienen a como  hablamos la mayoría tiene un nombre: racismo. Racismo sexista.
La lengua sirve para comunicarse, y no es conveniente manipularla.
Buenas noches y nochas. Jóvenes y jóvenas. Ridículo, ¡no!
            Somos más de dos los que pensamos así.