lunes, 16 de abril de 2012

La chicharra (La Razón)



BEBÉS ROBADOS


No entiendo por qué hoy sigue habiendo  tanto oscurantismo a la hora de hablar de los bebés robados.
Había  variedad en la forma de actuar, pero en la mayoría de los casos, los  responsables de las clínicas decían a los padres que sus bebés habían muerto al nacer, a las pocas horas, y aceleraban los trámites de enterramiento, lógicamente sin la participación de la familia. Eran casi técnicas nazis, tramas poco menos que policíacas,  con la participación de monjas, curas, médicos, funcionarios. Los bebés eran entregados a otras parejas previa falsificación de los documentos, y cobrando por ello una buena suma de dinero. Hasta ahora, ni el Estado español ni las autoridades pertinentes, en ningún momento han puesto los medios para desenmascararlos.
En Castilla y León hay más de setenta denuncias de niños robados. La asociación de bebés robados de Castilla y León pide que se cree una base de datos de ADN, dependiente del Instituto Nacional de Toxicología, para poder cotejar los perfiles genéticos. Estas mujeres se han convertido en auténticas detectives, lo saben todo sobre ADN, legajos, fiscalías, exhumaciones, registros…
Hay un celador en León, ya jubilado,  que fuera de micrófono ha confesado que en el hospital que trabajaba tenían a un niño muerto, que era el que le enseñaban a los padres que insistían en ver a su hijo cuando le decían que había muerto. Hasta que lo sustituían por otro “porque ese daba olor”.

Ya imputaron a la primera monja. Esperamos que sigan tirando del hilo.
Somos más de dos los que pensamos así.







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