Deporte y Pasión.
No nos queda
otra que refugiarnos en los deportes. Al menos en las noticias deportivas hay
muchas más satisfacciones que en el resto. Porque si no hay corrupción hay mala
gestión. Todo son malas noticias. Da asco. Y puesto que los únicos brotes verdes que
tenemos son los de la propia naturaleza ahora que ha llegado la primavera,
merece la pena madrugar para ver correr a Fernando Alonso, trasnochar para ver
a Rafa Nadal o disfrutar viendo un buen partido de fútbol de la selección
española. De fútbol, baloncesto, balonmano o cualquier otro deporte. Otra de
las opciones en esta semana de pasión que tenemos por delante es deleitarse
viendo una procesión, o desfilando en ella. Taparse con una caperuza y aislarse
del mundanal ruido. Un buen momento para la reflexión. A más de uno habría que dejarlo
solo con el capirote bien atado para que
no se lo pueda quitar y los agujeros en el cogote; que sepa lo que es un
auténtico vía crucis.
Mientras tanto
el calvario lo seguiremos sufriendo nosotros, porque la crisis no tiene alas ni
vuela por los despachos, la crisis siempre anda por los suelos y muerde siempre
a los mismos.
Y cómo todo lo
malo se pega, los dirigentes del fútbol profesional últimamente están un poco
perdidos en cuestión de horarios. En Valladolid no han tenido mejor idea que
poner el partido de fútbol del equipo pucelano de la próxima jornada, el
Domingo de Resurrección a la misma hora que la procesión. Tontos hay en todos
los sitios.
Somos más de
dos los que pensamos así.