sábado, 23 de marzo de 2013

La chicharra





Deporte y Pasión.  



No nos queda otra que refugiarnos en los deportes. Al menos en las noticias deportivas hay muchas más satisfacciones que en el resto. Porque si no hay corrupción hay mala gestión. Todo son malas noticias. Da asco.  Y puesto que los únicos brotes verdes que tenemos son los de la propia naturaleza ahora que ha llegado la primavera, merece la pena madrugar para ver correr a Fernando Alonso, trasnochar para ver a Rafa Nadal o disfrutar viendo un buen partido de fútbol de la selección española. De fútbol, baloncesto, balonmano o cualquier otro deporte. Otra de las opciones en esta semana de pasión que tenemos por delante es deleitarse viendo una procesión, o desfilando en ella. Taparse con una caperuza y aislarse del mundanal ruido. Un buen momento para la reflexión. A más de uno habría que dejarlo solo con el  capirote bien atado para que no se lo pueda quitar y los agujeros en el cogote; que sepa lo que es un auténtico vía crucis.
Mientras tanto el calvario lo seguiremos sufriendo nosotros, porque la crisis no tiene alas ni vuela por los despachos, la crisis siempre anda por los suelos y muerde siempre a los mismos.
Y cómo todo lo malo se pega, los dirigentes del fútbol profesional últimamente están un poco perdidos en cuestión de horarios. En Valladolid no han tenido mejor idea que poner el partido de fútbol del equipo pucelano de la próxima jornada, el Domingo de Resurrección a la misma hora que la procesión. Tontos hay en todos los sitios.
Somos más de dos los que pensamos así. 

jueves, 14 de marzo de 2013

La chicharra




Indecencia




Falta de respeto a las normas morales socialmente establecidas, a la justicia, a la verdad y al honor. He oído decir a un político catalán de cuyo nombre no quiero acordarme, que es una indecencia espiar a los políticos. Lo que es una indecencia es lo que hacen algunos faltando a la verdad y al honor. A mí no me importa que me espíen, no tengo nada que ocultar. ¿Qué es lo que realmente les molesta de ese espionaje? ¿Acaso ocultan alguna bolsa de basura que esté llena, y no precisamente de desperdicios? Pero como suele ocurrir en España, los únicos detenidos hasta el momento son los que espían, o investigan. No interesa que el resto de ciudadanos estemos al tanto de sus trapicheos.
Es una indecencia que un partido se haga con la alcaldía con el voto de un acosador, claro que sí. ¿Pero no es una indecencia que algunos políticos sigan gobernando sabiendo que son corruptos? ¡Ah!, que eso hay que demostrarlo. ¿Y cómo se demuestra si no se puede investigar?  ¿Cuántos políticos corruptos hay en la cárcel? Lo peor de todo esto es que nos acostumbremos a convivir con esta indecencia. Ellos saben que con el tiempo el ruido se irá atenuando y esta sociedad abotargada y anestesiada lo olvidará. Aunque estos indecentes cada vez lo tienen más difícil para salirse con la suya, porque según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la corrupción es el segundo problema de los españoles. Va siendo hora de despertar ante tanta indecencia.
Somos más de dos los que pensamos así.