lunes, 20 de febrero de 2012

La chicharra (La Razón)


Recortes

              Ahora están de moda los recortes. Antes era algo mal visto. En la actualidad se aplauden, y si no los haces no estás a la última. ¡Qué memos! Pero no se preocupe usted amigo lector que  estos recortes son por nuestro bien. Todo mejora en detrimento nuestro. Avanzamos hacia atrás. Y lo que me temo es que  puestos a recortar, éstos   no sólo sean económicos.
No sé por qué pero estos  recortes me traen a la memoria una obra de teatro  titulada: “El secreto de los hombres libres”. En el año 2150, apenas existen libros, el Doctor Valcanus con la ayuda de sus cíclopes quiere suprimir toda palabra escrita para imponer su "mundo de una sola idea". Leer y escribir está prohibido. 
No es realidad, es ficción, pero joder, salgo del teatro y veo que la ficción se vuelve realidad. ¿A cuántos les gustaría crear un mundo de una sola idea?, recortar la libertad de pensamiento.  Ellos actúan para  que tú interpretes lo que ellos quieren.  
Aún sigue habiendo personas inconformistas que no se conforman ni  comulgan con lo que nos dicen nuestros políticos, y salen a la calle a protestar. Se manifiestan por unos derechos sociales como es la sanidad o la educación… Como premio los antidisturbios les propinan  una buena tunda. Para que se le quite la idea de tener opinión propia. Pero, ¿qué atrevimiento es ese? Ya os pedirán vuestra opinión dentro de cuatro años; ahora mientras tanto a callar y acatar lo que ellos nos predican. Que es por nuestro bien.   
Somos más de dos los que pensamos así.





lunes, 6 de febrero de 2012

La chicharra








Está reunido
                                     


Está reunido. Esa es la respuesta que te dan la mayoría de las veces cuando llamas a algunas personas. Están siempre reunidas. Incluso, se reúnen para planificar la próxima reunión. Son personas muy ocupadas,  ¿he dicho personas?, me atrevo a decir que habría que elevarlas a  la categoría de personajes.
Estos personajes no desayunan, están reunidos con un café en la mesa. No comen, ni cenan, es una reunión de trabajo. En su vida privada prefiero no entrar porque supongo que será muy triste y aburrida, pensando siempre en la reunión del día siguiente. No hay vida fuera de sus sempiternas reuniones.
Sí, son personas muy ocupadas, durante todo el día están reunidas, a veces también durante la noche. Y yo me pregunto, ¿Cuándo trabajan? Ellos no trabajan, se reúnen. Se creen importantes porque se reúnen. “Dile que estoy reunido”, dicen. Afortunadamente hay empresas que ya han prohibido las reuniones. Hay que venir reunido de casa.
Tienen siempre tantas cosas que decir que necesitan estar constantemente reunidos. Precisan tener a alguien a su alrededor para explicar lo que hay que hacer. Lo de trabajar ya es cosa de los demás.
Estos personajes son caldo de cultivo  para los escritores,  especialmente para la novela negra, que es la que mejor retrata la realidad. Eso sí, como mucho llegan a ser  personajes secundarios, porque estas personas  fuera de sus reuniones apenas aportan algo de interés en la trama de la vida. Personajes lineales, planos, insignificantes, simples y poco creíbles. Pero no los pierdas de vista cuando están reunidos.
Somos más de dos los que pensamos así.