LA POLÍTICA DIVIDE
“Divide y vencerás”, eso es lo que hacen los políticos. Por eso llevan esta frase hasta sus máximas consecuencias. Y donde más se acentúa esta perversión es en los pueblos. Y digo perversión porque cualquier otro término convencional no explicaría con tanta claridad su cicatero comportamiento.
Desde que la política, perdón, la mala política ha entrado en los pueblos, a través de unos partidos políticos cuyo único objetivo es recolectar votos para sus propios intereses, los vecinos de los pueblos están divididos. Estigmatizados entre ellos mismos por colores o siglas que al final poco o nada va a redundar en su economía. Incluso esta mala política ha desmembrado a familias enteras.
Así es desde que los partidos políticos irrumpieron en la tranquilidad y el sosiego de los pueblos, buscando atropelladamente el voto. Enfrentando a los vecinos con promesas que nunca llegan, promesas que se olvidan al día siguiente de las elecciones.
Profetas agoreros. Embaucadores. Encantadores de serpientes… En cualquier caso, estos traficantes profesionales del engaño, saben que cada voto es fundamental en esa desenfrenada carrera por el poder. Y no dudan en disfrazarse para conseguir su objetivo. Cercados por la erosión de sus palabras, no dejan que pensemos por nuestra cuenta. Y poco les importa que sus mentiras veladas de cierta lógica, formando medias verdades (la peor de las mentiras), los dejen después de un tiempo de incumplidas promesas como meros embusteros. En las próximas elecciones ya se inventaran otra historia para convencernos de sus buenas intenciones.
Somos más de dos los que pensamos así.
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