lunes, 17 de junio de 2013

La chicharra



Eufemismos

                                 

En tiempos de crisis la manipulación del lenguaje aflora como las malas hierbas. Todos deberíamos hacer frente a este manejo interesado de las palabras por parte, especialmente, del poder político y financiero. Los medios de comunicación deberíamos oponernos a este intento de trampa lingüística, aunque ya sé que eso es una batalla perdida.
Nos estamos familiarizando peligrosamente con términos absurdos que lo único que hacen es manipular la auténtica realidad. Palabras como desaceleración, troika, dación de pago, desregulación, escrache, rescate, corralito, reestructuración, reajuste… Prefiero al pan pan y al vino vino. ¿Por qué no dicen ayudas en vez de rescate? ¿Recesión en vez de crecimiento negativo? ¿Qué ocultan cuando dicen que cobran en diferido? ¿No sería más fácil hablar con un lenguaje claro, sencillo y conciso?
Con la crisis el uso de metáforas y eufemismos es cada vez más latente, hasta el punto de convertirse en ocasiones en un lenguaje perverso, que en nada beneficia al ciudadano porque se disfraza lo que realmente está ocurriendo.
Aún así, hay quien dice que esta forma de hablar ha enriquecido el lenguaje, porque ahora se utilizan palabras que hace años nadie sabía qué significaban. Ni falta que nos hacían. Y mucho menos si no se ajustan a la realidad.
Y en el colmo de la idiotez, ahora  hay quien  intenta imitar a los políticos, el otro día oí a un barrendero que le decía a su compañero: “Pásame el elemento individual de protección personal”, refiriéndose al casco. Se creen más intelectuales por eso. Prefiero ahorrarme lo que pienso.
Somos más de dos los que pensamos así.



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